¿Te está matando tu casa inteligente?

por Sarjan Surya Nolla, publicado el 02/10/2020 en Cambio16

Sarjan Surya Nolla

Asociación Bona Ona /www.bonaona.org

Cada vez vemos más en nuestras pantallas y dispositivos las siglas de IdC o IoT (internet de las cosas). El concepto del internet de las cosas nos transmite una visión de nuestros hogares ultracómodos, conectados y automatizados.

Los electrodomésticos, luces, puertas y todo lo que puedas imaginarte será automatizado y podrá darte información “valiosa”: cuántos días quedan para que te quedes sin comida o se caduque tu leche, que la cama te informe de la calidad de sueño de tu bebe y si durante el día te conviene coger el paraguas porque va a llover o que un aparato te recuerde en voz alta tu agenda y citas del día.

¿Realmente necesitamos está tecnología en nuestros hogares? Sí, puede parecer moderno tenerlo, pero ¿has pensado en las consecuencias que puede tener para la salud la forma en que se quiere instalar?

No sólo nos afectará la salud, sino que también nuestra seguridad y privacidad. Con esta hiperconectividad cada vez hay más fuentes que alertan de la vulnerabilidad y la frecuencia con la que podemos ser “hackeados” y espiados. (1) (2)

Estamos siendo seducidos por esta tecnología de sistemas INTELIGENTES, hogares INTELIGENTES, vidas INTELIGENTES, productos INTELIGENTES.

Es una llamada seductora que nos condiciona a creer que es una necesidad y una evolución natural de una sociedad tecnológica avanzada.

Por un lado, nos estamos volviendo más perezosos, podemos controlar con una mirada varios dispositivos en línea, que están a nuestro alcance en la punta de nuestros dedos. Por otro, estamos siendo presionados a trabajar más duro, los teléfonos inteligentes han aumentado de facto las horas de trabajo y han borrado esa línea entre el trabajo y el hogar, una realidad que tiene sus ventajas y desventajas. (3)

Tener un hogar inteligente plantea una serie de riesgos para la salud de sus usuarios debido a los campos electromagnéticos (CEM) y radiofrecuencias (RF) que generan los dispositivos tecnológicos en el hogar.

Algunos de los problemas que ya sufren quienes viven en una casa inteligente:

* TE COSTARÁ MÁS DORMIR

Un estudio (4) encontró que las señales de modulación de baja frecuencia provenientes de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y los routers Wi-Fi, pueden afectar el sueño.

Nos estamos exponiendo a señales electromagnéticas del teléfono o tablets, así como del Wi-Fi del router. Y está comprobado que las personas constantemente expuestas a los campos electromagnéticos tienen más dificultades para dormirse. Según los expertos, la privación prolongada del sueño puede conducir al desarrollo de depresión e hipertensión.

* ALTERACIÓN DEL NORMAL DESARROLLO DE LOS FETOS

Dentro del útero de la madre, los fetos que estuvieron expuestos a niveles de radiación de radiofrecuencia subtérmica, similar a las (RF) de los teléfonos inteligentes, y según un estudio pueden tener un desarrollo celular deficiente, particularmente un desarrollo renal retrasado (5).

La radiación puede interrumpir la síntesis de proteínas que los tejidos necesitan para el desarrollo y crecimiento de los niños.

* DIFICULTADES PARA LA CONCENTRACIÓN

Utilizando la tecnología de resonancia magnética, los investigadores encontraron que las personas expuestas a la radiación de Wi-Fi tenían varias áreas de actividad cerebral y concentración reducidas (6).

Las tabletas y los teléfonos inteligentes a menudo están conectados a Internet a través de routers Wi-Fi. Cuando se implementen los routers Wi-Fi 5G, estaremos expuestos a frecuencias más altas que las de 2,4 GHz de uso común, frecuencias sobre las que todavía apenas hay estudios y cuyos riesgos y peligros son desconocidos.

* PROBLEMAS DEL CORAZÓN

Los investigadores realizaron un experimento para estudiar la provocación de la variabilidad de frecuencia cardíaca entre 69 sujetos a quienes expusieron a radiofrecuencias al mismo nivel que el emitido por los routers Wi-Fi de 2.4 GHz. Se descubrió que muchos de ellos experimentaron una respuesta física mesurable a las radiaciones electromagnéticas, como un aumento de la frecuencia cardíaca, similar a la frecuencia cardíaca de un individuo bajo estrés (7).

La exposición constante a radiaciones electromagnéticas en un hogar inteligente puede aumentar las posibilidades de desarrollar problemas cardíacos.

* DIFICULTADES PARA CONCEBIR

La exposición frecuente a radiofrecuencias, similares a los que se producen en los aparatos domésticos inteligentes, puede reducir el movimiento de los espermatozoides y causar la fragmentación del ADN. Se llegó a la conclusión de que estas radiaciones pueden tener un efecto significativo en el sistema reproductivo de las ratas macho, lo que puede ser una indicación de infertilidad masculina. (8).

Otro estudio (9), indicó que la exposición a algunas frecuencias inalámbricas, similares a las producidas por una red doméstica inteligente, pueden evitar la implantación de óvulos. Los investigadores expusieron ratones a la radiación durante dos horas al día, durante 45 días, y descubrieron que habían aumentado significativamente los niveles de estrés oxidativo, pudiendo llevar a un embarazo anormal o al fracaso del implante del óvulo.

* PROBLEMAS DE VEJIGA

¿Te encuentras corriendo al baño con más frecuencia tras una conexión cada vez mayor de aparatos inalámbricos a tu casa inteligente? Es posible que también hayas desarrollado una infección del tracto urinario, incluso si bebes mucha agua y mantienes una higiene excepcional. La sensibilidad a la radiación electromagnética puede ser la raíz de estos problemas.

¿Merece la pena? Necesitamos trazar límites y decidir si nos conviene adaptarnos a estas tecnologías o empezar a tomar medidas que nos protejan en nuestros propios hogares.

Algunas medidas simples que puedes realizar para reducir tu exposición a la radiaciones electromagnéticas

1) Apaga tu router al acostarte y pon tu móvil en modo avión.

Esta es una acción muy simple que ayudará a que descanses mejor. Antes de acostarte apaga el router de tu casa para que no tengas exposición a las radiaciones Wi-Fi. Junto con esta medida, si pones tu teléfono en modo avión será otra forma de reducir la exposición. También recomendamos que no duermas con móviles en la misma habitación.

2) Desenchufa los teléfonos inalámbricos.

Se ha comprobado que los teléfonos fijos inalámbricos son un fuente de radiaciones por lo tanto aumentan el tiempo que estamos expuestos a las CEM. Aconsejamos que al menos cuando te vayas a acostar los desconectes.

3) Desenchufa todo tipo de aparatos “SMART”.

Los aparatos denominados “SMART” (TV y sus componentes, reproductores multimedia, luces inteligentes, etc.) son una fuente de exposición a las CEM, incluso apagados. Nuestro consejo es que cuando no se utilicen los apagues y desenchufes por completo. Si fuese un poco engorroso, te aconsejamos como mínimo desenchufarlos cuando te vayas a dormir.

4) No mires pantallas antes de acostarte (luz azul)

Un mal hábito de muchas personas es mirar el móvil justo antes de acostarse, terminar los últimos mails o ver una peli y quedarte dormido con la pantalla encendida. Está comprobado que este hábito no es muy saludable. Aconsejamos evitar hacerlo el máximo de días posibles. Puedes encontrar mucha documentación al respecto (10). Te recomendamos leer, o incluso tomarte unos 15 minutos de descanso sin ningún tipo de interacción con la tecnología antes de acostarte para mejorar tu descanso y tu salud en general.